Tradición y Sustentabilidad
Viejo Indecente y la familia Lucas se enorgullecen de distinguirse por su compromiso inquebrantable con la agricultura y los métodos de producción respetuosos con el medio ambiente.
El mezcal es diversidad y tradición, derivada del paisaje agavero y la producción ancestral de las comunidades. Durante siglos, los agaves han proporcionado a los humanos combustible, fibra, alimentos y bebidas. Los seres humanos también han tenido una influencia importante en los agaves, eligiendo cuidadosamente aquellos con mayor contenido de azúcar o fibra. Esta relación centenaria nos brinda hoy uno de los destilados más auténticos: el mezcal artesanal.
“Durante generaciones, nuestra familia ha vivido de esta tierra, y estamos orgullosos de hacer todo lo posible para devolverle y preservarla para las generaciones futuras”.
- - José Lucas, Maestro Mezcalero
Como cualquier especie, los agaves viven dentro de un ecosistema intrincado integrado por múltiples plantas como árboles de mezquite y hierbas nativas. Todas estas plantas tienen un propósito, ya sea el suministro de alimentos o los servicios de los ecosistemas, como la captura de carbono, la fertilidad del suelo o el agua limpia.
La producción a pequeña escala tiene en cuenta estos servicios, ya que la dependencia de los recursos es primordial para la supervivencia de la gente. Esto resultó en una relación sagrada con la tierra. Sin embargo, las creencias modernas que buscan mayores rendimientos han cuestionado los conocimientos ancestrales, ejerciendo una fuerte presión sobre los ecosistemas, el suelo y las comunidades.
Mezcal Viejo Indecente reconoce el valor del conocimiento ancestral y la tierra que nutre a los agaves y proporciona el sustento de las comunidades. Por esta razón, buscamos un productor que compartiera nuestra mentalidad y preocupaciones por el medio ambiente y las comunidades y el valor de la producción artesanal altamente calificada. Desde el principio, nos hemos unido a la familia Lucas y estamos enfocados en reducir los impactos ambientales y sociales en nuestra producción de mezcal.
La herencia mezcalera de la familia Lucas está profundamente arraigada en la diversidad de los agaves nativos de su tierra. Al gestionar más de cinco especies y combinarlas con cultivos alimentarios, se aseguran de que su paisaje sea diverso, nutre la tierra, proporciona fuentes de combustible y asegura alimentos para los seres humanos, el ganado y la fauna local.
Este método de cultivo combinado se conoce en México como milpa y se remonta a las comunidades agrícolas prehispánicas. Los beneficios incluyen una menor necesidad de herbicidas, pesticidas y fertilizantes al respaldar los controles naturales de plagas y mejorar los ciclos de nutrientes. Con esto en mente, Mezcal Viejo Indecente reconoce la importancia de la biodiversidad y continuamente está desarrollando nuevas expresiones para complementar su portafolio, en lugar de depender únicamente de los mezcales Espadín provenientes de plantaciones de monocultivo de agave.
Durante la producción de mezcal, un proceso de cocción al vapor de bajo consumo energético, un proceso tradicional que se remonta a la época colonial y que se ve comúnmente en los estados del norte de México, reduce la necesidad de leña.
Donde los climas más secos hacen escasa la madera local, los pozos típicos alimentados con leña dependen en gran medida de los árboles y, por lo general, no se verifica la legalidad de la fuente de madera, lo que agota este valioso recurso. El agave al vapor no solo conserva todo el sabor del agave, sino que presenta una alternativa sostenible para el proceso de cocción.